Hace tiempo estuve con alguien a quien quize mucho y como era de esperarse él también me quizo montones y llegamos a conocernos bien. Ahí fue que me dió miedo. Porque me conocía demasiado y dado su caracter explosivo, podía lastimarme y le temía. Prometió que me cuidaría y que nunca me haría daño, pero hizo y mucho.
Yo tampoco fuí una santa y mis errores cometí pero él me los cobró y con intereses... de hecho se los sigue cobrando y no puedo evitarlo, termino llorando. Triste porque terminamos mal, porque me odia y quiere eliminarme, porque se va a pasar la vida maldiciéndome en su corazón sin opción a perdón... morirá envenenado de rencór y eso me duele porque aunque él no quiera, yo lo guardo en mi corazón. Yo decidí(porque es una cuestión de decisión, saben?) no guardarle rencor, no estoy diciendo que olvidé todo, eso no es posible, sus reproches e insultos no se borran, los golpes ya pasaron y morados ya no hay pero sus ojos llenos de odio cuando me sujetaba no los puedo olvidar, ese tono de voz cuando me decía mil y un palabrotas no los borro.
Una de las cosas que me fastidia es que no cumpla con su palabra, él que tanto pregona su validez, no para de faltar a sus palabras, dice una cosa y hace otra. Prometí no divulgar el hecho de que es un energúmeno, que me golpeó, que golpeó a nuestro hijo y que nuestra separación no es tan amistosa como queremos que se vea y lo estoy cumpliendo pero él... no!
Ya dije que no fui una santa y cuando nuestra relación andaba muy mal salí con otro. Si pues, alguien diferente que me tratara con cariño, que supiera escuchar y pequé... lo besé. Ya, entonces la fregué... y me dolió, se que hice mal, muy mal. Esto es algo que así como sus golpes debían quedar entre nosotros pero no, él lo divulga.
Y ahora, bueno las cosas no son tan malas, al menos eso creo... pero quien sabe tal vez esté acumulando fuerzas para atacar. Solo espero que cuando lo haga sea lo suficientemente fuerte para morir y no sufrir.
Pero igual te quiero sabes, Feliz Día de San Valentin!
Es triste pero no recuerdo que hallamos tenido un día de estos memorable, ojalá que hoy la lleves a ella aun lugar bonito y la hagas sentir especial, que la cuides y de verdad no la lastimes.
Es como una bola de nieve, conforme va bajando por la colina del tiempo va tomando volumen y finalmente algo de lo que podias haberte reido en un inicio termina aplastandote.
